Los disfraces y adornos de casa
La costumbre de disfrazarse se debe a que durante el Samhain la gente asustada por ser visitada por espíritus malos, se ponía pieles, huesos y todo tipo de elementos que pudieran ocultar su identidad o que atemorizara a los espíritus y los alejara. Las máscaras eran lo más común pues gracias a ellas evitaban ser reconocidos por algún espíritu y además lograban espantarlos con su aspecto monstruoso. De ahí viene la costumbre de ponerse máscaras en las fiestas de Halloween. El hecho de que una casa sea adornada para esta época tiene le mismo fin, los celtas las hacían lucir sucias, con algunos huesos y cráneos que hicieran tétrico su hogar para evitar que todo espíritu maligno se acercara a ella.
Trick or Treat
Esta es la típica frase que dicen los niños al salir a pedir dulces en cada casa, que quiere decir “truco o trato”, refiriéndose a que o les dan dulces o ellos harán algún truco. Los celtas decían que cuando los espíritus iban visitando cada casa, llamaban a las puertas pidiendo alimentos, y que cuando la gente no les daba nada, entonces maldecían a los habitantes y a su casa para que vivieran en desgracia por siempre.
Las calabazas
Lo más común en esta celebración son las calabazas huecas y con caras talladas. Esto surge porque los celtas ahuecaban nabos para colocarles dentro carbón prendido y los ponían en las calles para iluminarles el camino a los difuntos que esperaban. Pero entonces, ¿por qué se utilizan ahora calabazas y no nabos? Porque cuando los primeros anglosajones llegaron a América y conocieron las calabazas, descubrieron que eran mucho más grandes y fáciles de ahuecar, y entonces se olvidaron de los nabos. La costumbre de tallarles caras tenía como fin espantar a los malos espìritus.
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